Población de Empleados Públicos y Periodistas Chile-España
Grupo de viviendas diseñadas por el arquitecto viñamarino Manuel Browne Fernández y construidas el año 1928. La Población se ubica en la calle
Núñez de Arce, entre avenida Suecia y Chile-España, comuna de Ñuñoa. La
“chacarilla de Ñuñoa” propiedad de la Congregación Católica de los
Sacerdotes Jesuitas se encontraba hasta el año 1767 en este terreno.
Con una superficie aproximada de 136 cuadras, su ubicación actual sería
el cuadrante de Bilbao, Irarrázaval, Manuel Montt y Portugal, en donde las casas daban al camino de Ñuñoa (Irarrázaval).
La “chacarilla de Ñuñoa” correspondió a la primera presencia religiosa
en la comuna, y el terreno provino de una donación que hizo el capitán
Agustín de Briceño a la Compañía de Jesús. Pronto, los sacerdotes la
convirtieron en una pujante propiedad que producía uvas, 300 fanegas de
trigo y cebada y tenía quince mil plantas. Finalmente en 1767, año en el
que los jesuitas son expulsados, la propiedad pasó a Nicolás de Balbontín, quien se la revendió a Joaquín de Trucios en 1802.
Años después, ya para principios del siglo XX, se proyecta la
construcción de esta Población en el terreno ubicado entre las calles
Cervantes, Chile–España, Suecia y Alonso de Ercilla. A la hora de
trazar la calle principal del conjunto habitacional, esta no estaba
pavimentada y pasaba una acequia para el riego de jardines y huertas.
El constructor de la población fue Salvador Vásquez, quien obtuvo el
permiso de edificación bajo la alcaldía de J. Santa Cruz Ossa. Por su parte, el diseño que Browne desarrolló para el Conjunto responde al modelo urbano de ciudad –jardín
que está presente en muchas poblaciones construidas en la misma época.
Es fiel representante de la planificación de viviendas familiares
destinadas a la clase media que se impulsaron masivamente en esos años,
principalmente en las comunas de Ñuñoa y Providencia. Se trata así de un
arquitecto que, trabajando para la Caja Nacional de Empleados Públicos y
Periodistas, creó barrios como este, los cuales le dan un sello que caracteriza a la comuna de Ñuñoa. .
La calidad del trazado de la calle Núñez de Arce, del conjunto de casas, de las unidades en particular y de la arborización, constituye elementos que destacan su trabajo. Las casas fueron concebidas como un conjunto con características arquitectónicas similares entre sí, como el uso de ladrillo a la vista, adornos de estuco, puertas y ventanas de arco de medio punto o rectas, y cubierta de teja. No obstante, conservan su individualidad con ornamentos y diseños que hacen que cada casa sea particular. El estilo de vida que genera el sector ejemplificado en la vegetación y la integridad que mantiene a pesar de la fuerte actividad inmobiliaria que amenaza su entorno. De este modo, la Población mantiene su función residencial tal como se concibió originalmente y su intensa vida social es muy representativa de la clase media ñuñoína. En general, Ñuñoa ha albergado importantes personalidades del arte, la cultura y el deporte como Pablo Neruda, Pedro de la Barra, actor y director teatral, Gregorio de la Fuente, pintor, Alejandro Lipschutz, sabio y científico, José Perotti, escultor, Juvencio Valle, escritor, entre otros. Por su parte, destacadas personas han vivido en la Población como el pintor Ciro Beltrán, el reconocido tenista Belus Prajoux, el crucigramífice e historiador Donato Torechio (Horacio D’Ottone), y su hermana, bailarina y coreógrafa Ruby D’Ottone.
La calidad del trazado de la calle Núñez de Arce, del conjunto de casas, de las unidades en particular y de la arborización, constituye elementos que destacan su trabajo. Las casas fueron concebidas como un conjunto con características arquitectónicas similares entre sí, como el uso de ladrillo a la vista, adornos de estuco, puertas y ventanas de arco de medio punto o rectas, y cubierta de teja. No obstante, conservan su individualidad con ornamentos y diseños que hacen que cada casa sea particular. El estilo de vida que genera el sector ejemplificado en la vegetación y la integridad que mantiene a pesar de la fuerte actividad inmobiliaria que amenaza su entorno. De este modo, la Población mantiene su función residencial tal como se concibió originalmente y su intensa vida social es muy representativa de la clase media ñuñoína. En general, Ñuñoa ha albergado importantes personalidades del arte, la cultura y el deporte como Pablo Neruda, Pedro de la Barra, actor y director teatral, Gregorio de la Fuente, pintor, Alejandro Lipschutz, sabio y científico, José Perotti, escultor, Juvencio Valle, escritor, entre otros. Por su parte, destacadas personas han vivido en la Población como el pintor Ciro Beltrán, el reconocido tenista Belus Prajoux, el crucigramífice e historiador Donato Torechio (Horacio D’Ottone), y su hermana, bailarina y coreógrafa Ruby D’Ottone.
Autor: María José Estay, alumna en práctica Consejo de Monumentos Nacionales, marzo 2010
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